Las empresas farmacéuticas están sujetas a fuertes reglamentaciones gubernamentales, ocasionando un alto volumen de alteraciones frecuentes en sus programas de marketing.
En el caso de AstraZeneca, debemos añadirle a esto un intrincado y complejo sistema de URA que se ha expandido a lo largo del tiempo y ha sido administrado por diversos proveedores. Cualquier cambio en el sistema, aun las pequeñas alteraciones, podía llegar a tardar hasta ocho semanas. En este sector altamente regulado, donde el cumplimiento fundamental y los cambios llegan en un flujo incesante, ese tiempo es un período muy largo.
“Hace algunos años ahorrábamos poca cantidad de dinero. Hoy llegamos al millón de dólares anuales por cada una de nuestras marcas.”
John DiBrango, Director de gobernanza y gestión de canales de AstraZeneca Pharmaceuticals.