Venderle a un cliente la versión superior de un producto o un producto de mayor valor, o incluso, un producto de una categoría diferente que complemente su compra original constituye una acción de up-selling o de cross-selling. Con los datos de puntos de contacto y el conocimiento sobre las preferencias y necesidades del cliente, estas oportunidades no solo se identifican más fácilmente, sino que en realidad son un valor agregado para el cliente.