Es asistir al cliente de manera pertinente y eficaz, teniendo en cuenta el contexto de la situación, el historial y las necesidades actuales del cliente; incluso, anticipar lo que podría llegar a necesitar. La inteligencia artificial (IA) habilita el soporte contextual al escuchar, comprender e interactuar con los clientes a través del lenguaje natural. Y dado que la IA comprende y predice la intención, puede ayudar a los clientes a resolver sus problemas más rápido. Incluso, puede reconocer cuando un cliente necesita asistencia humana y transferirlo a un agente junto con el historial de la conversación y los insights.