Es la práctica de monitorear e influir en el journey de un cliente, a medida que avanza, utilizando el análisis de datos y la automatización para orquestar experiencias que alineen las acciones de la empresa con los objetivos del cliente. En lugar de optimizar las acciones para cada punto de contacto en particular o de solucionar problemas después de haberse producido, con la gestión del journey del cliente en tiempo real, una empresa puede medir, monitorear y actuar de manera integral durante todo el journey.