Las empresas pueden mejorar la lealtad de los clientes a largo plazo mediante tecnologías de inteligencia artificial (IA) que les permitan personalizar experiencias, predecir necesidades e interactuar con los clientes de maneras significativas. Con tecnologías potenciadas con IA, pueden anticipar las necesidades de los clientes y brindarles un servicio personalizado que diferencie su marca en cada interacción.